viernes, 12 de junio de 2009

Iconos isabelenses. Volvieron los Pinochos!!


Pinocho, un muñeco de madera de pino que tras ser creado por un artesano recibió la visita de un hada que le dio vida como la de un niño, desoyó los consejos que le dieron para ser bueno e inteligente y se fue de aventuras con malos amigos. Por este motivo el hada le impuso un castigo con el cual le crecía la nariz cada vez que mentía. Arrepentido decidió volver con el artesano pero éste, al ir en su búsqueda por el mar, había sido tragado por una enorme ballena. Pinocho fue a rescatarlo y cuando encontró a la ballena le pidió que le devolviera a su papá pero el animal se lo tragó a él también. Dentro de la ballena ambos se reencontraron y para salir hicieron una fogata que la hizo estornudar y, así, salieron volando con la balsa en la que había llegado. Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se comportó bien. En recompensa el hada lo convirtió definitivamente en un niño de carne y hueso. Y fueron muy felices por muchos y muchos años.

Este es un resumen del cuento que escribiera a mediados del siglo XIX el escritor Italiano Carlos Collodi y que fuera inmortalizado en 1940 en una película creada por Walt Disney. Precisamente, cuando en 1960 aún estaba en boga este film, un grupo de jóvenes padres crearon un parque infantil en un predio que la Comuna de Santa Isabel le alquiló a la Asociación Cultural Sarmiento. El flamante parque llevó el nombre de Pinocho y en su pórtico emplazaron dos figuras del muñeco ilustre realizadas en cemento.

A fines de 2008 la Comuna realizó reparaciones y reformas en el parque, sin embargo los Pinochos de cemento, que marcaron la infancia de tantos niños isabelenses desde su posición de privilegio, en la esquina de 25 de Mayo y Belgrano, se encontraban desgastados por el paso del tiempo y por el accionar de los vándalos de los últimos años. Se generó en ese momento la inquietud de reponerlos para que su impronta siguiera vigente.

Tras recorrer varios negocios del ramo en la región se pudo conseguir, finalmente y no sin dificultad, una de estas figuras que, junto a enanos y hongos, fueron tan populares en los jardines de las décadas de 1950 y 1960. La otra, que aún permanecía en su lugar pero algo derruida fue reparada y ambas pintadas al estilo de aquella época.

Desde la semana pasada lucen como nuevos en el viejo Parque Infantil Pinocho que aún sigue recibiendo a los niños isabelenses para que pasen un dulce y divertido momento.

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