jueves, 13 de diciembre de 2012

Oscar Milanesi asistió al avant premiere del film "Uno"


Milanesi en el hall del cine Gaumon junto a un afiche de "Uno".
Milanesi en el hall del cine Gaumon junto a un afiche de "Uno".
El martes pasado, 11 de diciembre, se realizó en el cine Gaumon de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el avant premiere de la película "Uno" que incluye en el reparto al actor isabelense Oscar Milanesi, cuenta con imágenes rodadas en locaciones de Santa Isabel -tales como el cementerio y la estancia San Miguel- y se estrena este jueves 13.

 Antes de la proyección el elenco y su director, Dieguillo Fernández, dialogaron con el público compuesto por más de quinientas personas. El realizador de esta nueva propuesta cinematográfica comentó que la película fue hecha con amigos, "pero no se trata de un grupo de post adolescentes que se juntaron en una quinta a filmar; la verdad es que sí, que hice una película con amigos pero que son grandes profesionales, de alto vuelo; eso es hacer una película con amigos, es filmar profesionalmente y pasarla bien". 

 Previamente, Carlos Belloso destacó el buen clima de trabajo que hubo en la estancia San Miguel: "en esta película está el clima de un equipo sensacional, de gente con mucho afecto".

 Nancy Milanesi, presente en la sala, quien estuvo abocada a alimentar al equipo de trabajo durante el rodaje en la estancia, fue mencionada en la charla y recibió el agradecimiento y los aplausos de la concurrencia.

 Por su parte, Camila Fiardi Maza recordó los días de filmación en en la estancia: "fueron muy divertidos", dijo. También destacó su ansiedad durante los cuatro años que pasaron desde ese momento hasta el estreno del film.

 A su turno, Oscar Milanesi agradeció a Dieguillo Fernández  "y al grupo de compañeros que me hicieron sentir muy cómodo; lo planteo desde el punto de vista de que vivo en un pueblo muy lejos de acá y de que si bien uno hace un montón de años que viene subiéndose a los escenarios y siendo actor, esto es una caricia al alma, el poder estrenar mi segunda película en la que participo".

 Luciano Cáceres manifestó su alegría por el estreno y el agradecimiento al equipo "que ha puesto mucho corazón y mucha creatividad en el arte de esta película, la fotografía, el vestuario, nuestro peluquero, maquillador"... Más adelante agradeció al director y a "mi amigo Belloso con quien nos hicimos amigos ahí y ahora continuamos en la vida juntos".

 En "Uno", Dieguillo Fernández propone un drama que tiene a Luciano Cáceres y Carlos Belloso como protagonistas. El argumento gira en torno a Sebastián Oviedo (Luciano Cáceres), un arquitecto en crisis con su mujer que pasa ocasionalmente por un pequeño pueblo; Mariela, una niña huérfana, lo cree el enviado de Dios por el que estuvo pidiendo y miente en el pueblo diciendo que él es su tío y que ha venido a hacerse cargo de ella. El reparto se completa con Camila Fiardi Mazza, Silvina Bosco, Javier Lombardo, Oscar Milanesi y Gonzalo Suárez.

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La Marrupeña "Camino a los Cuarenta"

 El próximo sábado 15, desde las 21:00, en el Complejo Cultural Centenario se realizará una peña folklórica con entrada libre y servicio de bufette organizado por la Escuela de Arte Folklórico La Marrupeña.

Estarán todos los alumnos de danza de La Marrupeña, talleres de guitarra de María Teresa y San Gregorio y los grupos “Mi Sentir” y “Las Voces del Interior”.

Este cierre de actividades de 2012 tiene como meta los festejos que se producirán a lo largo del próximo año cuando en el mes de mayo La Marrupeña cumpla 40 años de vida con la danza y la música argentina.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Cambiarán el piso de la sala del Complejo Cultural Centenario



Una obra necesaria: El Complejo Cultural Centenario
tendrá nuevo piso en su sala.

 A partir del próximo 17 de diciembre el C. C. C. (Complejo Cultural Centenario) cerrará sus puertas hasta fines del mes de marzo por obras de refacción que se llevarán a cabo en la sala de cine y teatro, centrándose estas en el recambio del piso. La información fue dada a conocer por el presidente Comunal Mario Kovacevic el domingo 25 de noviembre en su discurso realizado con motivo del cierre de talleres 2012 realizados en ese lugar.

 La obra que llevará adelante la Comuna de Santa Isabel es parte de las refacciones y ampliaciones que se deben realizar en la edificación cedida por la Sociedad Italiana a la Comuna con motivo del centenario de Santa Isabel para llevar adelante uno de los "legados" a las generaciones futuras. 

 Esto se realizará debido al estado terminal en que se encuentra el piso de madera de pinotea que ya cuenta con más de un siglo de uso desde que se construyera en 1910 la sala principal. Por él pasaron cientos de festejos y encuentros sociales y artísticos tales como bailes, fiestas de casamiento y cumpleaños, cine, teatro, shows musicales y exposiciones, entre otras. El uso intensivo -algunas veces con descuido- y el paso del tiempo han producido un sinnúmero de tirantes en mal estado y de maderas rotas que fueron emparchadas pero que ya no se pueden reparar.

 Por esta situación, desde la segunda mitad de diciembre se levantarán los 283 metros cuadrados de piso de pinotea, se rellenará la cámara de aire de 75 centímetros de profundidad, se colocará una carpeta de hormigón pobre y, sobre la misma, se instalará un nuevo piso de madera fenólica.

 Por otra parte, el material de maderas de pinotea será resguardado para su utilización en futuras obras de ampliación del C. C. C.

La Pinotea, un material noble que ya no se consigue
 Cada vez que se realiza una demolición de construcciones realizadas a fines del siglo XIX o en la primera mitad del siglo pasado, es habitual que haya una importante cantidad de madera que se extrae de pisos, cielorrasos o aberturas.


 En la mayoría de los casos esa madera es la pinotea. El término “Pinotea”, se origina en la forma que los indios del sudeste Norteamericano denominaban a algunas especies de pino debido al alto contenido de resina de sus maderas y que se utilizaban, entre muchas otras aplicaciones, para la elaboración de antorchas (“pine-tea” o “pino-antorcha”).

 En este grupo de pinos encontramos cuatro especies dominantes: Pinus elliottii (Slash pine); Pinus taeda (Loblolly pine), Pinus echinata (Shortleaf pine) y Pinus palustris (Longleaf pine), a esta última familia pertenece el Heart pine (Pino del corazón), que es la Pino Tea propiamente dicha.

 La historia de la Pinotea comienza en los bosques vírgenes del sudeste de los Estados Unidos, éstos se extendían a lo largo de la costa atlántica desde Virginia hasta Texas y se internaban en el territorio hasta los 250 kilómetros, cubriendo una superficie de más de 500.000 km2.

 Muchos de éstos árboles superaban los 50 metros de alto y su edad se encontraba entre los 150 y 400 años.

 Debido a su belleza y a su enorme fuerza estructural, la Pinotea desempeñó un papel importante en el desarrollo de la construcción durante la Revolución Industrial. Se la utilizó extensivamente para la construcción de viviendas, fábricas, edificios en las ciudades, y fabricación de muebles.

 A mediados del siglo XIX los grandes bosques de Pinotea se habían reducido a sólo el 3% de su superficie original y todos sus árboles habían sido procesados para abastecer la demanda aún creciente.

 El lento crecimiento del árbol de Pinotea respecto de otras variedades, es la razón por la que no se la consideró para continuar su explotación comercial.

 En la actualidad es posible conseguir pequeñas cantidades de Pinotea “nueva” producida de árboles de 70/80 años, pero dista mucho de alcanzar la belleza, el color y la historia que nos ofrece la Pinotea Clásica, obtenida de los añejos árboles de los bosques vírgenes.

 La Pinotea es un recurso limitado y por su lento crecimiento, no renovable, por lo tanto la mejor manera de obtener y resguardar esta madera es a través de los procesos de reciclaje que se inicia a partir de recuperar la madera de demoliciones.