Una obra necesaria: El Complejo Cultural Centenario tendrá nuevo piso en su sala. |
A partir del próximo 17 de diciembre el C. C. C. (Complejo Cultural Centenario)
cerrará sus puertas hasta fines del mes de marzo por obras de
refacción que se llevarán a cabo en la sala de cine y teatro,
centrándose estas en el recambio del piso. La información fue
dada a conocer por el presidente Comunal Mario Kovacevic el
domingo 25 de noviembre en su discurso realizado con motivo del
cierre de talleres 2012 realizados en ese lugar.
La
obra que llevará adelante la Comuna de Santa Isabel es
parte de las
refacciones y ampliaciones que se deben realizar en
la edificación cedida por la Sociedad Italiana a la Comuna con
motivo del centenario de Santa Isabel para llevar adelante uno
de los "legados" a las generaciones futuras.
Esto
se realizará debido al estado terminal en que se encuentra el
piso de madera de pinotea que ya cuenta con más de un siglo de
uso desde que se construyera en 1910 la sala principal. Por él
pasaron cientos de festejos y encuentros sociales y artísticos
tales como bailes, fiestas de casamiento y cumpleaños, cine,
teatro, shows musicales y exposiciones, entre otras. El uso
intensivo -algunas veces con descuido- y el paso del tiempo han
producido un sinnúmero de tirantes en mal estado y de maderas
rotas que fueron emparchadas pero que ya no se pueden reparar.
Por esta situación, desde la
segunda mitad de diciembre
se levantarán
los 283 metros cuadrados de piso de pinotea, se rellenará la
cámara de aire de 75 centímetros de profundidad, se colocará una
carpeta de hormigón pobre y, sobre la misma, se instalará un
nuevo piso de madera fenólica.
Por
otra parte, el material de maderas de pinotea será resguardado
para su utilización en futuras obras de ampliación del C. C. C.
La Pinotea, un material noble que ya no se consigue
Cada vez que se realiza una demolición de construcciones realizadas a fines del siglo XIX o en la primera mitad del siglo pasado, es habitual que haya una importante cantidad de madera que se extrae de pisos, cielorrasos o aberturas.
Cada vez que se realiza una demolición de construcciones realizadas a fines del siglo XIX o en la primera mitad del siglo pasado, es habitual que haya una importante cantidad de madera que se extrae de pisos, cielorrasos o aberturas.
En la mayoría de los casos esa
madera es la pinotea. El término “Pinotea”, se origina en la
forma que los indios del sudeste Norteamericano denominaban
a algunas especies de pino debido al alto contenido de
resina de sus maderas y que se utilizaban, entre muchas
otras aplicaciones, para la elaboración de antorchas
(“pine-tea” o “pino-antorcha”).
En este grupo de pinos encontramos cuatro especies dominantes: Pinus elliottii (Slash pine); Pinus taeda (Loblolly pine), Pinus echinata (Shortleaf pine) y Pinus palustris (Longleaf pine), a esta última familia pertenece el Heart pine (Pino del corazón), que es la Pino Tea propiamente dicha.
La historia de la Pinotea comienza en los bosques vírgenes del sudeste de los Estados Unidos, éstos se extendían a lo largo de la costa atlántica desde Virginia hasta Texas y se internaban en el territorio hasta los 250 kilómetros, cubriendo una superficie de más de 500.000 km2.
Muchos de éstos árboles superaban los 50 metros de alto y su edad se encontraba entre los 150 y 400 años.
Debido a su belleza y a su enorme fuerza estructural, la Pinotea desempeñó un papel importante en el desarrollo de la construcción durante la Revolución Industrial. Se la utilizó extensivamente para la construcción de viviendas, fábricas, edificios en las ciudades, y fabricación de muebles.
A mediados del siglo XIX los grandes bosques de Pinotea se habían reducido a sólo el 3% de su superficie original y todos sus árboles habían sido procesados para abastecer la demanda aún creciente.
El lento crecimiento del árbol de Pinotea respecto de otras variedades, es la razón por la que no se la consideró para continuar su explotación comercial.
En la actualidad es posible conseguir pequeñas cantidades de Pinotea “nueva” producida de árboles de 70/80 años, pero dista mucho de alcanzar la belleza, el color y la historia que nos ofrece la Pinotea Clásica, obtenida de los añejos árboles de los bosques vírgenes.
La Pinotea es un recurso limitado y por su lento crecimiento, no renovable, por lo tanto la mejor manera de obtener y resguardar esta madera es a través de los procesos de reciclaje que se inicia a partir de recuperar la madera de demoliciones.
En este grupo de pinos encontramos cuatro especies dominantes: Pinus elliottii (Slash pine); Pinus taeda (Loblolly pine), Pinus echinata (Shortleaf pine) y Pinus palustris (Longleaf pine), a esta última familia pertenece el Heart pine (Pino del corazón), que es la Pino Tea propiamente dicha.
La historia de la Pinotea comienza en los bosques vírgenes del sudeste de los Estados Unidos, éstos se extendían a lo largo de la costa atlántica desde Virginia hasta Texas y se internaban en el territorio hasta los 250 kilómetros, cubriendo una superficie de más de 500.000 km2.
Muchos de éstos árboles superaban los 50 metros de alto y su edad se encontraba entre los 150 y 400 años.
Debido a su belleza y a su enorme fuerza estructural, la Pinotea desempeñó un papel importante en el desarrollo de la construcción durante la Revolución Industrial. Se la utilizó extensivamente para la construcción de viviendas, fábricas, edificios en las ciudades, y fabricación de muebles.
A mediados del siglo XIX los grandes bosques de Pinotea se habían reducido a sólo el 3% de su superficie original y todos sus árboles habían sido procesados para abastecer la demanda aún creciente.
El lento crecimiento del árbol de Pinotea respecto de otras variedades, es la razón por la que no se la consideró para continuar su explotación comercial.
En la actualidad es posible conseguir pequeñas cantidades de Pinotea “nueva” producida de árboles de 70/80 años, pero dista mucho de alcanzar la belleza, el color y la historia que nos ofrece la Pinotea Clásica, obtenida de los añejos árboles de los bosques vírgenes.
La Pinotea es un recurso limitado y por su lento crecimiento, no renovable, por lo tanto la mejor manera de obtener y resguardar esta madera es a través de los procesos de reciclaje que se inicia a partir de recuperar la madera de demoliciones.
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