Con la asistencia de autoridades y abanderados de los distintos establecimientos escolares y de un grupo de instituciones de la localidad, el lunes 27 se realizó al pie del mástil de la plaza 9 de Julio de Santa Isabel, el acto en conmemoración a los 200 años de la creación y primera jura de la Bandera Nacional. Luego de que el Pabellón Nacional ingresara seguido de los abanderados, el Presidente Comunal, Mario Kovacevic, acompañado por el ex Presidente Comunal, Norberto Cugnoflís, procedieó a su izamiento.
Por su parte, el cura párroco, pbro. Nelson Raúl Trognot hizo un repaso de los hechos históricos previos y posteriores a la creación de la Bandera y bendijo una placa alusiva que fue descubierta por el Presidente y Vicepresidente Comunal, Mario Kovacevic y Ricardo Patek, respectivamente.
El Secretario Eduardo Teppaz se dirigió al público en representación del gobierno de Santa Isabel. En su alocución dijo que la Bandera Nacional es símbolo de grandeza y libertad, "es una señal que nos representa a la vez que permite reconocernos como pueblo". Enfatizó que "representa materialmente la idea abstracta del ser nación, fija los limites de nuestro suelo y nos unifica como pueblo, representa nuestros valores, metas, historia o riquezas mediante los cuales nos identificamos y distinguimos de los demás, nos aglutina en torno a ella como ciudadanos creando un sentimiento de pertenencia".
Teppaz también expresó que "todos integramos el pueblo, porque todos gozamos de la igualdad ante la ley", y más adelante agregó que "mas allá de la igualdad jurídica, la plena igualdad entre los ciudadanos es una construcción inacabada, una lucha aun vigente por la igualdad de derechos; la bandera nos interpela, como símbolo de nación, a la cotidiana consolidación de una sociedad respetuosa de los derechos humanos, que bregue por la verdadera igualdad".
Concluyó expresando que "seguramente Manuel Belgrano, pensaba y deseaba una sociedad libre, justa, respetuosa del prójimo, donde nos reconozcamos como hermanos, donde haya lugar para el respeto a las diferencias, base para la democracia. Así honrar la bandera, es honrarnos como pueblo, sino la bandera en si, pierde todo su significado.
El mástil de la plaza, honrando a la bandera desde 1939.
Durante los años 1939 y 1940 se realizaron profundas reformas en la plaza 9 de Julio de Santa Isabel. Una de las obras fundamentales fue el emplazamiento, en el centro de la misma, de un mástil cuya altura supera los 35 metros, siendo por muchas décadas uno de los más altos del país.
Según el relato de uno de los obreros de esta remodelación, Adolfo Amadío, la obra se comenzó en 1939 y se terminó en 1940. El mástil fue armado en el suelo y luego colocado por una empresa rosarina cuyos obreros eran de origen alemán, quienes utilizaban este idioma para comunicarse durante los trabajos. Primeramente se hizo una base de cemento de 3m. de diámetro por 2m. de profundidad desde el nivel del suelo y, en el centro, 1m. cúbico más hacia abajo. Para colocarlo armaron una torre más alta que el propio mástil, con una pluma lo pararon y luego le colocaron una rienda hacia cada esquina de la plaza para ponerlo a plomo. La parte en que asienta sobre el cemento es de hierro amarrada a la base mediante cuatro bulones.
La explanada original fue realizada por los constructores Calcaprina y Dazi. Pero a pesar de su belleza no se terminó y fue desarmada poco tiempo después porque generaba ciertas incomodidades al izar la bandera. Por este motivo, luego de algunos años, se le quitó la parte superior. Hugo Larripa, obrero de la remodelación de la explanada, contó que al haberle sacado parte del sustento superior, el mástil oscilaba mucho, se temía que hubiese filtraciones de agua y que, finalmente, se cortara. Sixto Boschetti se hizo cargo de la obra de remodelación de la explanada alrededor del año 1945, dándole el aspecto que aún permanece, cuyas escalinatas pertenecen al proyecto original.